PET reciclado Postconsumo Grado Alimentario Tecnologías para la Industria Alimentaria
Téc. Magalí Parzanese
( a) Escamas de PET – PCR. (b) Pellet de PET – PCR grado alimentario. (c) De abajo hacia arriba: escamas, amorfo y pellet. |
Con el fin de contribuir a la correcta gestión de los residuos como también de favorecer la preservación y uso racional de los recursos naturales, se promueve cada vez más el reciclado de los residuos sólidos secos. Por reciclado se entiende al proceso al que es sometido un material usado para que se pueda volver a utilizar. Principalmente se impulsa el reciclaje postconsumo de los plásticos ya que no se degradan fácilmente y pueden permanecer durante décadas afectando al medioambiente. En particular las botellas de polietilentereftalato, más conocido como PET, requieren aproximadamente 500 años para degradarse. Asimismo se busca reciclar como también reutilizar (cuando corresponda) este tipo de materiales debido a que son fabricados a partir de derivados del petróleo, recurso natural no renovable.
A pesar de las ventajas respecto a la preservación del medioambiente que supone el reciclado de los plásticos, al momento de decidir reciclar o reutilizar un artículo es fundamental tener en cuenta, entre otras cosas; el origen, la naturaleza y composición del material virgen y el uso para el que éste fue diseñado. Estos factores también influirán en la aptitud o capacidad del material reciclado para cumplir una determinada función.
La atención y el cuidado deben ser mayores cuando el material obtenido de un proceso de reciclado postconsumo se destine a estar en contacto directo con alimentos. En este sentido, la reglamentación que otorga el marco legal en la Argentina es la norma MERCOSUR/GMC/RES N° 30/07 internalizada en el Capítulo IV del Código Alimentario Argentino (CAA). En ella se menciona al PET postconsumo reciclado grado alimentario (PET – PCR grado alimentario) como único material reciclado aprobado para la fabricación de envases o artículos en contacto con alimentos.
A escala industrial el PET – PCR es utilizado en proporciones variables junto con PET virgen grado alimentario en la producción de envases para alimentos, mayormente de botellas de bebidas de consumo masivo (gaseosas, aguas minerales y saborizadas, jugos, bebidas alcohólicas, etc.). Se puede afirmar entonces que mediante el uso de complejas tecnologías de descontaminación, se logra cerrar el ciclo de vida de las botellas de PET, las cuales significan un elevado porcentaje de los residuos domiciliarios e industriales totales.
Si bien la obtención y aplicación de este material es una actividad relativamente reciente, debe decirse que el reciclado de PET para otros fines que no implican el contacto con alimentos, se realiza desde hace tiempo y está en continuo desarrollo.
Entre las aplicaciones más frecuentes se pueden mencionar la fabricación de fibras textiles, de láminas para blísters y cajas, como también de envases para productos no alimentarios, entre otras.
La atención y el cuidado deben ser mayores cuando el material obtenido de un proceso de reciclado postconsumo se destine a estar en contacto directo con alimentos. En este sentido, la reglamentación que otorga el marco legal en la Argentina es la norma MERCOSUR/GMC/RES N° 30/07 internalizada en el Capítulo IV del Código Alimentario Argentino (CAA). En ella se menciona al PET postconsumo reciclado grado alimentario (PET – PCR grado alimentario) como único material reciclado aprobado para la fabricación de envases o artículos en contacto con alimentos.
A escala industrial el PET – PCR es utilizado en proporciones variables junto con PET virgen grado alimentario en la producción de envases para alimentos, mayormente de botellas de bebidas de consumo masivo (gaseosas, aguas minerales y saborizadas, jugos, bebidas alcohólicas, etc.). Se puede afirmar entonces que mediante el uso de complejas tecnologías de descontaminación, se logra cerrar el ciclo de vida de las botellas de PET, las cuales significan un elevado porcentaje de los residuos domiciliarios e industriales totales.
Si bien la obtención y aplicación de este material es una actividad relativamente reciente, debe decirse que el reciclado de PET para otros fines que no implican el contacto con alimentos, se realiza desde hace tiempo y está en continuo desarrollo.
Entre las aplicaciones más frecuentes se pueden mencionar la fabricación de fibras textiles, de láminas para blísters y cajas, como también de envases para productos no alimentarios, entre otras.
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